Radiohead lanzaron en la web su nuevo álbum. En la línea de sus antecesores Kid
A y Amnesiac, los muchachos de Oxford vuelven a hacer de las suyas.
Los
chicos de la cabeza de radio tienen nuevo disco. Conscientes de que a cada paso
que emprendan inscribirá su huella en la historia de la música contemporánea,
Yorke y cols. lanzan The King of Limbs. Para empezar, una primera novedad que
no sorprende: la puesta en largo del CD se hace vía web, el mismo sistema
elegido para difundir el anterior In Rainbows, con la salvedad de que en este
caso el precio no oscila entre 0 y la voluntad sino que se ajusta a márgenes
del mercado de las descargas legales.
La
segunda novedad no sorprendente es que se trata de un LP (anacrónicas siglas en
inglés de un largo play) de ocho
temas, lo cual constituye casi un EP (modernas siglas en inglés de
“reproducción extendida”) en tiempos de distribución online y crisis
discográfica, sin que se tengan noticias de una saga futura. Un formato
“mediano” que calma a las fieras de fans y críticos sin empachar a ninguno.
Y
aún encontramos más novedades que no sorprenden, aunque para digerirlas debamos
escuchar la placa. Los temas de The King of Limbs remiten al Radiohead más
electrónico y menos guitarrero, algo así como un primo pueblerino de los
aclamados Kid A y Amnesiac, aunque sin la novedad que supusieron estos y,
en apariencia, más empeñado en el copy
past que en la composición. Aun así, no nos ahorran buenas piezas, como las
que abren y cierran el disco, canciones con texturas granuladas condimentadas
por la inefable (aunque ya algo afectada) voz de Yorke. Sin embargo, esta nueva
vieja música de Radiohead parece alejarse de las coordenadas de la
incertidumbre finisecular para inscribirse en un desconsuelo estandarizado que,
imaginen, difícilmente sorprenda al escucha.
En
definitiva, Radiohead siguen siendo los mejores. Pero ya no son tan buenos.
Alejandro
Feijóo
(Publicado en Esto No Es Una Revista, número 9: El Arroyo)
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