domingo, 1 de septiembre de 2013

Julio Lavallén: Talkin Heads

Tras una larga y sólida trayectoria, Julio Lavallén nos presenta la serie "Talkin Heads", donde las cabezas piensan entre sí.

Es probable que quien haya tenido la dicha de relacionarse con la obra de Julio Lavallén (Concordia, 1957), en alguno de los múltiples diálogos que esta propone, haya intuido intersecciones con los trazos de Francis Bacon, las formas mórbidas de Jan Saudek, la sensualidad abandonada de Egon Schiele. Y a su vez de todas ellas con Velázquez, como leña maestra de la que resulta necesario astillarse. Y no será vana esta intuición, pues más allá de los aspectos formales que las enlazan, más allá de la rehabilitada lubricidad de las carnes, tendrá el espectador la poco cómoda emoción de que la realidad no se compensa sino que se exhibe –aun engatusada por lo onírico– como miembro del instante, que como todos sabemos es el único vértice donde el tiempo nos obedece.

Hablar de Lavallén es hacerlo de más cuatro decenios de dedicación a la pintura y alrededores, de una vocación artesanal que ha atravesado latitudes hasta desembocar en un estilo que, líneas históricas mediante, fue propio antes aun de haberse consolidado. Con la densidad de las formas como rector de su expresión, a lo largo de los años Lavallén nos ha revelado gordas, enanos, boxeadores, artistas de circo pero también automóviles, juguetes y bicicletas, en una épica de lo corriente que fuerza hasta exacerbar la distinción de lo ordinario.

En “Talkin Heads” (2010), la densidad mueve su norte y se concentra. Ya no expande su perímetro más allá de la carne; ahora bucea la identidad entre las sinapsis de cabezas que se fusionan con otras hasta robarse el aliento mientras se prestan la plenitud del momento. Allí donde la mancha y el color no funcionan como un exabrupto del pincel sino que acoplan su implosión repentina al todo de la textura. Para Esto No Es Una Revista es un placer presentarles la serie “Talkin heads”, diez obras bautizadas con infinitivos que denotan sinonimias a primera vista impredecibles, como bustos parlantes de un silencio bullicioso.

Bio
Julio Lavallén. Pintor, dibujante, escultor, escenógrafo y maestro de arte. Nace en Concordia (Entre Ríos) en 1957. A los 22 años se radica en Buenos Aires, donde afirma su trabajo en diálogo con algunos de los referentes más sólidos de la plástica argentina de ese momento. En 1989 se traslada a España. Expone de forma individual en galerías de París, Roma, Nueva York, Londres y Madrid. Se reinstala en Buenos Aires en 1999, funda la Sociedad Manual (dedicada en su inicio a ofrecer trabajo a jovenes desocupados sin oficio), abre un taller de arte para alumnos y refunda su sala de arte con el nombre de Espacio Lavallén, que convive con su Restaurante de comidas regionales Almacén Secreto, abierto en 2003 junto con su actual mujer, la actriz María Morales Miy.

Alejandro Feijóo




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