domingo, 1 de septiembre de 2013

Wilco: The Whole Love

Wilco vuelve a la ruta con The Whole Love, un trabajo sólido y preciso en el que confirman su madurez artística y su candidatura a mejor banda independiente del momento

En una entrevista realizada con motivo de la aparición de The Whole Love, Jeff Tweedy confesaba que “el amor está bien, pero el secreto de las relaciones largas es odiar las mismas cosas”. El frontman de la banda hablaba de los veinte años vividos junto a su mujer Sue, pero perfectamente podría referirse al vínculo de un estadista con su pueblo o al de un canillita con su clientela. También a lo que ocurre entre los miembros de un grupo de música; por ejemplo, el suyo.

Tras dos trabajos algo fallidos, Wilco se hace un sorpasso a sí mismo y vuelve a la escena discográfica con un señor disco. Sin apenas artificios, The Whole Love se asoma como un trabajo mercurial, denso y líquido, del que sobresalen una instrumentación de orfebrería y su precisa ejecución. Algunas canciones son festivamente clásicas, como “I Might” y “Dawned on Me”, mientras otras como “Open Mind” o “Sunloathe” destacan por su melodía mañanera, de desayuno en la cama. Tratándose de Tweedy, no podía faltar el eco beatle, doble en esta ocasión, pues si en “Capitol City” se aproxima a Lennon, “Whole Love” parece sacada de algún disco de The Wings.

A los nostálgicos del experimento quizá les falte ruidismo, mientras que a los baladistas les chirriarán los riffs afilados con los que el guitarrista Nels Cline electrifica la placa; una equidistancia que no hace sino reforzar la altura del disco. Pero unos y otros coincidirán en que el tema que abre el disco, “Art of Almost”, bien vale una gira. En definitiva, The Whole Love es lo que parece: un amor completo, maduro, con rincones oscuros como en todas las camas, pero del que sobresale la luz de los odios compartidos.

The Whole Love (dBpm, 2011)

Alejandro Feijóo



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