La banda norirlandesa The
Answer acomoda el espejo retrovisor y lanza un disco resistente que asimila las
herencias de sus padres musicales.
Cuando
The Answer publicó su primera placa (Rise,
2006) más de uno se vio obligado a contener las lágrimas: por fin había
aparecido algo que sonaba como, emulaba a, transitaba por los mismos caminos
que Led Zeppelin. El rumor (confirmado) de que Su Santidad Jimmy Page les había
dado la bendición provocó una suerte de fiebre de resurrección que se veía
confirmada con la actuación de la banda norirlandesa como soporte de los ya
canónicos Deep Purple, Whitesnake o AC/DC. Efectivamente, la esperanza volvía a
marcar paquete.
El
paralelismo tiene mucho de voluntarioso. Aunque el parecido físico del cantante
Cormac Neeson con Robert Plant contribuya al juego de espejos, lo cierto es que
sus canciones, comparadas con aquellas complejidades zeppelinianas, pecan de
ingenuas y estribilleras. El lanzamiento de Revival,
su último trabajo, abunda en esta sensación. Pero una vez apartados de sombras
buscadas o endilgadas, lo cierto es que The Answer sostienen por sí solos una
propuesta roquera que tiene en el título de este disco una declaración de
intenciones de retrovisor.
Conscientes
de sus limitaciones y virtuosos a la hora de explotar sus virtudes, el cuarteto
confirma en Revival músculo y
potencia, bien sostenidos por la aspereza vocal de Neeson y la aceitada
guitarra de Paul Mahon, un jovencito en el cual muchos confiamos para
alegrarnos el hilo musical de la vejez. Honestos y contundentes (valga la
redundancia), en Revival se atreven
hasta con los coros femeninos, esa página tan controvertida en la enciclopedia
del hard rock. Y temas como “Trouble”, “New Day Rising” o “Waste Your Tears”
nos invitan a enjugar las lágrimas y brindar por el futuro de lo que no volverá
a ser.
Revival (2011, Spinefarm Records)
Alejandro Feijóo
(Publicado en Esto No Es Una Revista, número 18: La Sangre)
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