viernes, 1 de agosto de 2014

El otoño de la matriarca

Cada infierno es el peor de los infiernos. Cada dolor es el máximo. Y el propio sufrimiento es el consuelo del máximo sufrimiento: todo lo demás es Otoño alemán, de Stig Dagerman.

Dejando de lado cualquier ensoñación romántica, al otoño real se le presuponen algunas características que suelen cumplirse: la decrepitud intrínseca, el presagio de estados peores, una caída que no es solo la de las hojas. Estas, y otras que se le agregan, están trágicamente presentes en Otoño alemán, del autor sueco Stig Dagerman. Antes de viajar a Alemania en 1946 como corresponsal del recién fundado periódico Expressen, Dagerman ya había escrito el grueso de su obra literaria. Tenía entonces 23 años y una fama bastante reputada como periodista y militante anarcosindicalista.

El mal ya no es lo que era

Crímenes, el libro de relatos de Ferdinand von Schirach basados en casos judiciales reales, cuestiona el límite entre lo lógico y lo delictivo.

Los malos ya no son lo que eran. Del Hitler invariablemente perverso se ha pasado al Obama nobel de la paz, los Torquemada de la historia han cedido su lugar al papa bueno y el vecino que te delata se ha convertido en el vecino que te delata y te desea todo lo mejor para el año nuevo. Ya sea a gran escala o al microscopio, el mal sale hoy a escena siguiendo los dictados del capitalismo hegemónico: inversión de valores, perversión en las formas, apropiación y conversión a mercancía de todo bicho que camina.

OxB_32: El gol de Rensenbrick

La cita mundialista remoza los recuerdos tejidos alrededor de un gol que podría haber cambiado tantas cosas.

Todo ocurrió rápidamente. Faltaba un minuto para terminar el partido. La mayoría estaba preparada ya para el inevitable alargue, lo cual abría la oscura posibilidad de que se nos escapara un partido que hasta el gol de Naninga había sido nuestro. Pero ni el ánimo ni las esperanzas (la fe rotunda a la que empuja el fútbol) habían decaído. Lo que se dice, el partido estaba terminado: vagaban por el césped esos segundos en los que los árbitros pecan por exceso de celo y prolongan reglamentariamente lo que a nadie le interesa reglamentar. Entonces apareció Rensenbrick, el holandés errante.

Lanzamientos musicales

Las novedades musicales de la temporada nos dejan con la sensación de tener el mundo a los pies de nuestros oídos.

Los nuevos discos de John Frusciante, Damon Albarn, The Black Keys, Neneh Cherry y Vetusta Morla nos alegran la temporada, aunque debemos reconocer que unos más y otros menos.

Elogio de la fritura

Neil Young hace la "gran González Tuñón" con un disco grabado en una cabina de los años cuarenta que suena a gramola vieja.

A mediados de los años veinte del siglo pasado, un jovencísimo Raúl González Tuñón invitaba a colegas y público en general a echar veinte centavos en la ranura para ver la vida color de rosa. La operación se presentaba bastante sencilla: monedita (quien la tuviera) y a soñar con un mundo excesivo y lujurioso que los alejara de la aspereza de la realidad. El viaje-placebo se efectuaba a través de maquinolas con ranuras que, a cambio de veinte guitas, devolvían imágenes paradisíacas, postales suizas y fotografías de mujeres con los cascos más o menos sueltos. Todo un narcótico para aquellos “marinos alucinados” que llevaban meses alimentando su imaginación a golpe de gaviota.

Olmo Calvo

Las fotografías de las víctimas de los desahucios, realizadas por Olmo Calvo, tienen un doble valor testimonial y artístico.

Cada caso es único. Cada drama encierra en sí una experiencia propia e intransferible. Y sin embargo el procedimiento se reproduce con ensañamiento milimétrico. Los desahucios, que se repiten en España desde 2007 al ritmo del desfalco de lo público, suman cada día nuevas víctimas. No resulta fácil establecer una cifra de ejecuciones hipotecarias, debido principalmente a la opacidad de los organismos públicos implicados. Quizá sean los más de quinientos desalojos diarios que en 2012 denunció la Plataforma de Afectados por la Hipoteca; quizá que más del 80 % de estas familias desahuciadas tengan menores a su cargo; quizá las docenas de suicidios.